EL ÁRBOL DE LOS DESEOS
Si defino
la palabra deseo, la relaciono con el anhelo o la esperanza de tener algo. Pero
de lo que no me había dado cuenta es de que a cada deseo le precede un
sentimiento, sólo cuando estos niños escribían sus deseos como auténticos
hombres y mujeres que abren su corazón y los expresan con estas magníficas
palabras, tales como:
“Deseo
que siempre esté mi familia bien”
“Mucha
paz para el barrio”
“Que mis
amigos puedan entrar en mi casa”
“Deseo
que nadie en ningún sitio se pelee”
“Que
todas las familias estén juntas en Navidad”
Os pido
perdón, por no escribir todos vuestros deseos, pero de hacerlo me obligo a no
olvidar ninguno y a llevarlos siempre conmigo.
Si me
detengo a pensar y escribo mi deseo, sólo puedo desear seguir soñando y
trabajar por este barrio, mirando al frente y con la esperanza de que siga
cambiando.
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